¿QUIÉN FUE EL CAPITAN FAP JOSÉ ABELARDO QUIÑONES?

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El Capitán FAP JOSE ABELARDO QUIÑONES GONZALES, nació el 22 de Abril de 1914 en el Puerto de Pimentel, hijo legítimo de Don José María Quiñones Arisola y de Doña Juana Rosa Gonzáles Orrego. Completó su instrucción primaria en el Colegio Nacional de San José de Chiclayo, continuando sus estudios en el Colegio de la Recoleta de Lima.

Postuló a la Escuela Central de Aviación «Jorge Chavez», ingresando como Cadete de 1er. Año, según R.M.Nº59 de fecha 30 de Marzo de 1935. En el lapso de cuatro años de cadete destaca entre sus compañeros por la facilidad con que asimila las enseñanzas y por sus extraordinarias condiciones para el pilotaje, que permitieron realizar su primer vuelo «SOLO» con apenas cuatro horas y media de instrucción, récord que hasta la fecha no ha sido superado. Egresa de la Escuela Central de Aviación «Jorge Chavez» con la Promoción «Comandante Raguz» y recibe por Resolución Suprema Nº3 del 9 de Enero de 1939, su despacho de Alférez de Aeronáutica. El día de su graduación, en la demostración aérea de Promoción, asombró a la concurrencia realizando un vuelo invertido a un metro del suelo, demostrando así lo privilegiado de su ser, capaz de lo imposible. 

Comienza su vida de Oficial en el Escuadrón de Aviación Nº4 de Ancón y poco después es trasladado al XXI Escuadrón de Caza, con sede en Chiclayo. Por Resolución Suprema Nº 65 del 28 de Enero de 1940, asciende a la clase de Teniente de Aeronáutica. Encontrándose en Chiclayo como Oficial Piloto de Caza y en ocasión de conmemorarse el Día de la Aviación en Septiembre de 1941, formó parte del grupo de paracaidistas, que por primera vez en nuestra historia, y en Sudamérica, realizó una magnífica demostración en forma conjunta, concitando la admiración de los pueblos hermanos del continente, por la forma como se llevó a cabo dicha operación.

 

 

En 1941, se produjo la agresión ecuatoriana en nuestra frontera norte. El gobierno peruano dispuso la movilización inmediata de nuestra Fuerza Armada para contener tan desmedido atropello a nuestra soberanía. La frontera norte de nuestra Patria fue convertida en el teatro de operaciones de esta obligada contienda. Desde la iniciación de las acciones, el Teniente Quiñones, cumplió múltiples misiones de reconocimiento, con tomas de interesantes fotografías aéreas del frente ecuatoriano, en arriesgados vuelos y sometido a fuerte reacción del fuego antiaéreo. La primera división ligera, en su Orden de Operaciones Nº 2 del 2 de Julio, fija la misión de recuperar la frontera en maniobra apoyada con la acción de la aviación sobre Quebrada Seca. A su vez el Comando del primer agrupamiento aéreo emite la Orden de Operaciones Nº 1, asignando a la 41 Escuadrilla la misión de atacar con ametralladoras y bombas el puesto de Quebrada Seca como primer objetivo.

Es así como el 23 de Julio, conforme consta en los partes de misión y testimonio escrito de testigos presénciales, a las 07:50 horas, la Escuadrilla 41 despegó del campo de Tumbes para dar cumplimiento a su misión. Dicha Escuadrilla estaba constituida por el Teniente Comandante Alberti, quien la comandaba, los Tenientes Fernando Paraud, José Quiñones y el Alférez Manuel Rivera, piloteando los aviones de Caza North American 50.

A las 08:00 horas se encontraron sobre el objetivo e iniciaron el pasaje para dar cumplimiento al bombardeo del puesto ecuatoriano de Quebrada Seca. En este preciso momento y cuando el Avión XXI-41-3 que piloteaba el Teniente Quiñones efectuó el descenso para lanzar sus bombas, fue alcanzado por el fuego de piezas antiaéreas enemigas, afectando la nave en sus partes vitales. Envuelto en llamas el Teniente Quiñones, lejos de utilizar su paracaídas, en el uso del cual era experto, con plena conciencia de sus actos, mantuvo el equilibrio de su máquina y describió con ella un ceñido viraje enrumbándola hacia la posición enemiga, estrellándose con ella y destruyéndola por completo.

Había cumplido heroicamente la misión confiada, con el desprendimiento, el valor, la abnegación y el sacrificio de su propia vida, que juró consagrar a la Patria, cuando recibió su espada de Oficial de la Fuerza Aérea del Perú. La Nación, en reconocimiento a este acto heroico, lo ascendió en el mismo campo de batalla al Grado de Capitán. En la actualidad nuestro héroe QUIÑONES se encuentra a la altura de GRAU y BOLOGNESI, conformando la trilogía heroica del Perú.

 

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