Señor postulante, ¡mucho ojo con esta prueba! La prueba de natación es la única prueba de aptitud física que puede dejar fuera del proceso, directamente, a un postulante. Por este motivo, y porque quieres obtener una buena calificación en la búsqueda de tus metas, debes establecer un régimen que te permita lograrlo.
En primer lugar -como ya venimos repitiendo en los diferentes artículos que te dejamos-, es indispensable que tu estado mental esté apuntando a la misma dirección de tus aspiraciones, sabiendo que estás en un proceso que definirá tu futuro.
En principio, el agua no es el hábitat del ser humano (eso lo sabemos); por ende, el solo hecho de tener que sumergirse en una piscina, a más de uno le genera temor. Pero no te aflijas si eso te pasa, a la mayoría nos ha pasado en su momento. Al agua debes respetarla, más no temerle; si tienes lo suficientemente claro este concepto, el temor que te produzca la extensión y/o profundidad de la piscina va a ser mitigado por tu mente.
Recuerda que el cuerpo humano tiene al agua como el elemento que representa el mayor porcentaje de su composición y, además, contiene el suficiente oxígeno como para poder flotar en el agua. Si tienes que sumergirte en una piscina con profundidad mayor a tu estatura, pues eso no es problema; ya que, tu cuerpo flotará sin problemas si mantienes la calma. Los problemas empiezan cuando la desesperación provoca que tu cuerpo haga movimientos bruscos que simulan la sensación de hundimiento. ¿Ves que es algo mental?
La única manera de perder el miedo al agua es pasando tiempo en ella; por eso, tus sesiones en la piscina tienen que ser netamente dentro del agua. Calienta antes de ingresar, pero no pierdas tiempo calentando más de lo debido. Mójate solamente los pies o conversa al borde de la piscina esperando que pase la hora. ¡Estira, calienta e ingresa al agua!
¿Cómo debes calentar? Bueno, primero te recomendamos hacer tus entrenamientos en la piscina en un horario donde no hayas comido recientemente, pues el alimento dentro de tu cuerpo puede acarrear consecuencias desfavorables.
Ya estando al borde la piscina, procede a estirar todo tu cuerpo, empezando por el cuello y terminando en la planta de los pies; el estiramiento es muscular y articular, no muy largo, pero sí intenso. Al decir que debe ser intenso no se debe interpretar como brusco, sino intenso en el sentido que denota fuerza, que lo hagas tratando de llegar a alcanzar un nivel mayor de estiramiento. Esto también es progresivo, con el paso de los días alcanzarás mejores niveles de estiramiento en todo tu cuerpo.
El estiramiento generará que tu desplazamiento dentro de la piscina no te produzca lesiones y, además, que producto de la flexibilización muscular puedas avanzar una distancia mayor con cada brazada que des.
Si no sabes nadar, existen varios factores que influyen en este tema. En este caso va a ser ineludible el hecho de tomarte de la canaleta y colocar el cuerpo en posición horizontal, para que aprendas a dominar tus piernas a fin de que no se hundan solas. En este ejercicio deberás practicar ‘la patada’; la cual, inicia su movimiento en la cadera y se ejecuta con las piernas rectas.
Por el momento vamos a quedarnos en este punto, pero en el siguiente artículo continuaremos explicándote cómo es el procedimiento para realizar un buen entrenamiento en el agua. Para más datos interesantes, no te pierdas los artículos que iremos publicando en el blog de la Academia Pre Policial GUIDE.
EN LO QUE RESPECTA A NATACIÓN, RECUERDA QUE LA IMPORTANCIA DE NADAR CORRECTAMENTE PUEDE DETERMINAR TU ESTADO DE SALUD E INCLUSO PUEDE SALVAR TU VIDA. PRACTICA CON CONSTANCIA.
