En toda organización con orden jerárquico siempre habrá una persona que ejerza mando sobre sus miembros. Esa verticalidad no tiene fines que se inclinen por empoderar a alguien en específico ni mucho menos de mostrar tintes de megalomanía, sino de organizar una fuerza con el orden debido en todos los aspectos que concierne.
La Policía Nacional del Perú es una de esas instituciones con organización vertical; por lo tanto, dentro de cada una de sus ramas existirá una organización que encarne en una persona la autoridad y mando. Su organización clasifica a sus miembros por grados; los cuales, son otorgados de acuerdo a méritos evidenciados y logros obtenidos durante el tiempo en cada etapa.
La Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú no es ajena a esos procedimientos; así que, dentro de su campo de responsabilidad va a moldear a los cadetes de la manera más sensata y adecuada para ellos.
Los cadetes ingresan a la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú según la cantidad de vacantes asignadas para cada promoción, así que, desde el momento de su ingreso se establece un orden de mérito. A la ubicación en el cuadro de mérito de cada cadete se le llama antigüedad, siendo mayor la antigüedad mientras más alto es el puesto en dicho cuadro.
Considerando lo anteriormente explicado, tendremos que ese cuadro de mérito organizará la línea de comando de los cadetes en su respectiva promoción. Sabiendo esto, esperamos que quede claro que no solamente los oficiales y cadetes de años superiores tienen la posibilidad de comandar, sino también los mismos cadetes de cada promoción a sus propios compañeros.
El propósito de organizar de esta manera a los cadetes es que empiecen a ejercer comando, de tal manera que al llegar a ser oficiales puedan conducir a mayores cantidades de hombres. Cada promoción tendrá un cadete brigadier, quien no solamente se distinguirá de sus compañeros por su puesto en el orden de mérito, sino también por la responsabilidad que deberá asumir en su promoción.
Este cadete brigadier será el representante de la promoción frente a los demás cadetes, pues por él pasará más de una decisión para ejecutar las actividades de su batallón. Para eso, el cadete brigadier deberá mantener contacto permanente con sus compañeros; de tal manera, que las decisiones que se tomen sean el resultado de los puntos de vista de todos los cadetes del batallón.
El cadete brigadier es el principal intermediario entre la promoción y los oficiales que los comandan, debiendo dar siempre las mejores recomendaciones en cuanto a aspectos que sean de su interés. El cadete brigadier tiene la responsabilidad de hacer que la disciplina en la promoción no se resquebraje; para lo cual, tendrá la posibilidad de sancionar disciplinariamente a sus mismos compañeros.
Cada actividad realizada por la promoción necesitará de todos modos contar con la opinión y recomendación del cadete brigadier, así que su capacidad de liderazgo debe formarse desde que inicia su preparación.
Todo lo anteriormente dicho no significa que el cadete brigadier sea solo un conductor, pues también es un ejecutante de las disposiciones. Nunca trates de crearle un ambiente hostil a tu cadete brigadier, pues no es lo mismo estar al frente que estar en el grupo. Recomienda, expón tu punto de vista y debate educadamente, pero recuerda que la decisión será del cadete brigadier hasta donde sus facultades se lo permitan.
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EL SER BRIGADIER ES UNA GRANDÍSIMA RESPONSABILIDAD, POR ESO ESTA RECAE SOBRE QUIEN VA MOSTRANDO PREPARACIÓN Y DESARROLLO DE CAPACIDADES. TÚ PUEDES SER EL BRIGADIER DE TU PROMOCIÓN, CLARO QUE SE PUEDE.
