Si alguna vez hablas con un oficial del Ejército del Perú, pregúntale cómo se llamaba su primer cadete al comando. El oficial te responderá diciéndote el nombre completo de la persona por quien preguntaste. Lo dirá de memoria y con cierta dosis de emoción. Enseguida sabrás por qué esto sucede en cada oficial, tenga el grado que tenga.
Cuando llegamos a la Escuela Militar de Chorrillos son dos las personas que básicamente se encargan de nosotros. Una de ellas es el teniente comandante de sección y la otra es el cadete al comando. En este caso específico hablaremos solo del cadete al comando.
El cadete al comando es un cadete del grado más alto en el batallón de cadetes, un cadete que está a punto de graduarse como oficial del Ejército del Perú. El primer cadete al comando que tiene un recién ingresado es alguien designado debido a sus cualidades de liderazgo, don de mando, capacidad física, voluntad, espíritu militar y demás características que lo vuelven idóneo para ser un ejemplo para sus comandados.
Mientras estábamos en terno durante nuestros primeros instantes en la EMCH, un cadete estaba parado frente a nosotros con su uniforme impecable y con su agenda en la mano izquierda. A partir de esos momentos, ese cadete sería nuestra guía más cercana, pues él nos enseñaría detalladamente la manera de hacer todo. Cosas como colocarnos cada prenda, la manera de anudar nuestros pasadores como soldados y el modo de darle forma a nuestro birrete.
El cadete al comando nos enseñó a formar como sección de la manera más rápida, pues todo lo hacía con tiempo. Nos enseñó a desplazarnos correctamente cantando canciones guerreras. Nos mostraba la manera correcta de ejecutar el orden cerrado y de desfilar. Nos enseñó de manera conducida cómo dejar todos nuestros ambientes totalmente limpios y ordenados, así como a tender nuestra cama y sacar brillo al agua a nuestro calzado. El cadete al comando nos mostraba la fuerza física cuando entrenábamos con él al frente dándonos el ejemplo.
Quizá todo eso es una corta relación de cosas que aprendimos de ellos, pero la historia de cada uno nos dicta todo lo que tenía que pasar para que lo aprendamos. Además de todo ello, el cadete al comando era la persona que encarnaba una serie de perfiles en una persona. Representaba la firmeza, la agresividad, la sabiduría, la moral, la fuerza; pero al mismo tiempo podía representar la ayuda, la comprensión, el ánimo e incluso la amistad.
El primer cadete al comando es quien tiene la difícil misión de transformar en soldados a un grupo de jóvenes llegados en terno sin ningún conocimiento militar. El primer cadete al comando es quien pasaba la mayor parte del día con nosotros para mostrarnos lo que debe saber un cadete de la Escuela Militar de Chorrillos.
Todo lo que nuestro primer cadete al comando nos enseñó son cosas que no serán olvidadas jamás, pues son aquellas que transformaron nuestra vida. Al margen de todo lo que ese cadete pudo haber hecho con nosotros, un sentido de aprecio, agradecimiento y admiración se creó en cada uno de los cadetes que tuvimos el privilegio de ser formados por él. Ese sentir no se borra, pues cuando llega la hora de su graduación, la felicidad por haber logrado su objetivo embarga también a sus comandados.
Para más datos interesantes, no te pierdas los artículos que iremos publicando en el blog de la Academia Pre Militar GUIDE.
EL SENTIR QUE SE GENERA POR EL PRIMER CADETE AL COMANDO SE RESUME EN UN CONCEPTO: EL ASCENDIENTE MORAL. VERÁS QUE LLEGARÁS A ADMIRAR A TU PRIMER CADETE AL COMANDO Y QUE NO PODRÁS OLVIDAR SU NOMBRE JAMÁS.
